Ritidectomía (Rejuvenecimiento Facial)

La Cirugía de Rejuvenecimiento Facial tiene como objetivo restaurar la apariencia de juventud que una cara ha perdido con el paso de los años.

Es de vital importancia recalcar que el resultado debe ser completamente NATURAL, es decir que no se note que ha sido operada.
La gran mayoría de pacientes acuden al cirujano con temor ya que los «resultados» que han visto no les satisfacen porque se nota la cirugía (demasiado estiradas).
Ello es debido muchas veces a que las técnicas empleadas anteriormente no corregían adecuadamente todos lo defectos que causan la apariencia de envejecimiento en una cara.
Cada paciente y cada cara deben ser estudiados detalladamente en profundidad.
Es muy recomendable acudir al cirujano con fotografías de distintas etapas de la vida, que permitan apreciar la garrulidad de los cambios en una cara.

  • ¿Cómo envejecemos?

    Los signos del envejecimiento son debidos a la pérdida de la elasticidad de la piel y la caída de las estructuras subcutáneas, que modifican los volúmenes de la cara, provocando un aspecto triste y cansado.
    Existen diversos factores que contribuyen en la aparición de signos de envejecimiento, como la herencia o factor genético, el hábito de fumar y la exposición a rayos solares y UVA, malos hábitos dietéticos que pueden producir absorción prematura de depósitos grasos, atrofia de tejidos (óseo, muscular, subcutáneo y cutáneo) causada por la acción continua de la fuerza de la gravedad, dan como resultado una caída prematura de las estructuras faciales.

    Si tuviéramos que establecer la progresividad de cómo envejecemos, podríamos separar los siguientes pasos o etapas, aunque en muchas ocasiones, estas etapas podrían presentarse simultáneamente:

    – Aparición de bolsas alrededor de los ojos y exceso de piel de los párpados.
    – Caída de la cola de la ceja.
    – Caída del depósito graso malar que disminuye la proyección de los pómulos y acentúa el surco nasogeniano («rictus»).
    – Caída de la grasa medio facial, que atenúa el reborde mandibular, y acentúa los surcos de la comisura de la boca (líneas de marioneta).
    – Laxitud del cuello, con aparición de bandas o cambio en el ángulo cervico-mental.

    Es muy importante tener en cuenta que unas cejas, unos párpados, unas mejillas o un cuello forman parte de un «todo», que es la cara, y al mismo tiempo la cara forma parte del cuerpo: si mejoramos la luminosidad de una mirada mediante una Blefaroplastía, pero el resto de la cara sigue presentando signos de envejecimiento o si eliminamos la «papada» mejorando el ángulo del cuello, y no tratamos unas mejillas o unos párpados caídos, el resultado de la intervención no será natural, y se notará que «está operada».

    Cuando percibimos que una cara «está estropeada», es por que notamos un «estigma»: algo que no es natural o que está fuera de lugar. La presencia de estigmas puede estar relacionada con una buena indicación y técnica quirúrgica, pero que durante el post-operatorio hayan aparecido complicaciones (tabaco, hematoma,…), o bien pueden ser causados por una deficiente indicación y/o técnica quirúrgica.

    El objetivo del Dr. Pierdant es obtener siempre un resultado armonioso y natural.

  • Tratamiento Quirúrgico

    Existen diferentes técnicas en la cirugía de rejuvenecimiento, que se adaptan a cada caso en particular, como son las técnicas en las que predomina el estiramiento de la piel, las que se basan en la recolocación de los depósitos grasos con readaptación de la piel, las que predomina el relleno de estructuras atrofiadas por el envejecimiento, o las que van a actuar directamente sobre las arrugas, disminuyéndolas mediante alistamiento de la piel, atenuación de la actividad muscular o simplemente relleno de la zona de la arruga o surco.

    El objetivo deberá ser volver a colocar las estructuras y los volúmenes, consiguiendo un aspecto de juventud, naturalidad y armonía.

    A nivel general, en el caso de las arrugas (ej: periorbitarias o «patas de gallo») que son causadas por la atrofia cutánea y la acción continuada de la musculatura de expresión facial el tratamiento podría ir encaminado a paliar la atrofia cutánea mediante técnicas para conseguir la retracción cutánea: peeling o aplicación de Botox, o de relleno: colágeno, silicón, lipoescultura, o de debilitamiento o paralización temporal de la acción de la musculatura mediante aplicación de Botox. En cambio, en el caso de los surcos (ej: nasogeniano o «rictus»), que son causados por la flacidez cutánea y el colgamiento de las estructuras subcutáneas debido a la acción continua de la fuerza de la gravedad el tratamiento va encaminado a eliminar la flacidez cutánea mediante estiramiento de la piel y recolección de las estructuras subcutáneas que han caído.

    Una vez que sea revisado por el Dr. Pierdant puede hacer un diagnóstico y así formar un plan quirúrgico que sea apropiado, teniendo en cuenta todos los pequeños detalles que al final lograrán un cambio apropiado.